Es un tratamiento exfoliativo, altamente personalizado, agradable y eficaz para devolver la frescura y luminosidad a la piel del rostro. Consta de varias fases que serán utilizadas, según el criterio médico, para tratar especificamente las necesidades de cada paciente.

• Peeling físico a través de MDA (microdermoabrasión con puntas de diamante).
• Limpieza de cutis con remoción de comedones.
• Máscara y maniobras descongestivas que refrescan la piel del rostro.
• Hidratación profunda a través de la aplicación de productos formulados en los mejores laboratorios dermatológicos.
• Fotoprotección utilizando el producto adecuado a cada paciente en tipo y factor.
• Indicaciones y consejos para continuar los cuidados de la piel en forma domiciliaria.

A través de la remoción de capas de epidermis, damos lugar a la renovación de la piel del rostro, recuperando así la luminosidad de la piel, atenuando las arrugas finas y removiendo las manchas hipercrómicas (oscuras) producidas frecuentemente por la exposición al sol.

La realización de una sesión de TFC siempre es beneficiosa para la piel del rostro, aunque dependerá del objetivo que se quiera alcanzar, la cantidad de sesiones requeridas, como así también la frecuencia y la combinación artesanal con otros tratamientos o aparatologías. En general la cantidad mínima necesaria para los objetivos más comunes varía entre cuatro y seis sesiones.